Inmigración en la Sierra de Segura

EL CAMINO A LA ESPERANZA


La emigración es un fenómeno tan antiguo como la propia historia de la humanidad. Nuestros antepasados, los hombres y mujeres del Cromañón tuvieron la necesidad de errar de un lado para otro en busca de los alimentos que le permitían sobrevivir. La carne fue la base de su alimentación, por ello, estos desplazamientos estacionales estaban motivados entre otras cosas por el cambio de territorio de las manadas de animales que a su vez buscaban mejores condiciones climatológicas y nuevos alimentos.

Cuando la especie humana aprende a domesticar los animales y descubre la agricultura se asienta, estableciéndose en poblados y dejando de ser parcialmente nómada, aunque seguirá practicando la trashumancia (tras-humus=traslado a otra tierra) hasta prácticamente nuestros días.

Estos desplazamientos demográficos también estuvieron motivados por anteriores fenómenos naturales ocurridos en épocas de glaciaciones que afectaron a gran parte del planeta tierra. Por otro lado, el ser humano siempre tubo la imperiosa curiosidad de explorar nuevas tierras, empieza a preguntarse; ¿quiénes somos? ¿de dónde venimos? y ¿adónde vamos? Nace así la fe.

Por lo tanto, podemos decir que la especie humana somos eternos errantes ó nómadas por naturaleza.

Hoy en día la necesidad de cambio de territorio viene dado también por otros factores. Si observamos los asentamientos actuales del ser humano, podemos ver que están localizados en diversas zonas del planeta tierra donde existen ecosistemas ricos en recursos naturales que posibilitan la supervivencia de nuestra especie.

Estos recursos a veces escasean bien por la sobreexplotación abusiva de los mismos o el monopolio de unos pocos gobernantes dictadores y otros pocos corruptos que controlan el aparato del poder y las guerras que asolan el planeta tierra, son los factores importantes que producen grandes desplazamientos de personas. Así mismo, muchas de las antiguas colonias que se dejaron a su suerte o en manos de especuladores corruptos sin escrúpulos, no han querido gestionar o compartir equitativamente los beneficios de los recursos con el pueblo, a ellos los explotan.

Los efectos del cambio climático, la falta de terreno fértil o agua, el bajo índice de natalidad de los países más desarrollados, la oferta laboral de naciones con un creciente desarrollo económico, el efecto llamada o la falta de libertad, son otras circunstancias que favorecen e incrementarán el aumento de inmigrantes en el futuro.

Ante estas precarias circunstancias muchas personas se ven abocadas a emigrar en búsqueda de mejoras en su calidad de vida. Algunos/as consiguen recursos para volver a su tierra natal y otros/as se asientan definitivamente en nuevos territorios que les acogerán y ofrecerán más medios y oportunidades para vivir dignamente.


Emigrar es un derecho que no se le puede negar a nadie, sobre todo si en el país de origen no se da respuesta a las necesidades básicas que cualquier persona necesita para vivir dignamente o si no se garantizan y respetan los derechos humanos.

Como hemos visto, la emigración pocas veces se da por motivos placenteros, ello significa que el inmigrante que llega a países desarrollados como el nuestro, abandona una cultura, su familia, amores, amigos y hasta su propia alma, trayendo consigo el camino a la esperanza muchas veces a costa de su propia vida.

Muchos emigrantes que solo poseen unos pocos ahorros para cruzar en pateras o cayucos clandestinamente, se quedan en el camino para siempre. Estas precarias embarcaciones son también portadoras de la esperanza y la libertad. Según testimonio de Hassan bourmei < La travesía se hace inmensamente larga, las noches en el mar, son oscuras, húmedas, tenebrosas y ruidosamente silenciosas, silencio solo roto por los llantos de algún niño que nos acompaña o cantos y rezos. Aguantamos fuertes y peligrosos oleajes, lluvias e intensos fríos, pasamos hambre y miedo. Si alguien muere durante la travesía se hecha al mar, sabemos que nos acompaña la muerte pero también sabemos que Alá está presente>.

Una vez en nuestro país, la incertidumbre, la soledad, la falta de formación, el desconocimiento de nuestra cultura e idioma y la ilegalidad que les arrastra y les persigue como una condena, dificulta aún más la integración de estos nuevos ciudadanos, ciudadanos que una vez conseguido hueco en su también planeta e integrados, son mano de obra que ayuda a crecer nuestro desarrollo económico y cultural.

La sociedad en general no es consciente de la situación de estas personas que proceden de países pobres, no es consciente de la pena que les envuelve por lo que dejan atrás, de la traumática experiencia vivida durante el viaje, ni tampoco del sentimiento de rechazo y trato recibido cuando llegan. Los inmigrantes no son culpables de las circunstancias de sus países, pero las padecen cada día. Solo unas pocas personas conscientes son abiertas, tolerantes y solidarias con estos hermanos del mismo tronco evolutivo.

Muchas veces la ignorancia e hipocresía de muchos ciudadanos acomodados en el bienestar de estas sociedades desarrolladas hace que se produzcan acciones xenófogas y racistas que terminan marginando aún más, a los que más ayudan necesitan.

España, tras la guerra civil también vio como miles de ciudadanos abandonaban con la misma esperanza y sentimientos de los que ahora llegan. A muchos/as se les olvidó que nuestros padres o abuelos se marcharon a otros países con una maleta atada con cuerdas o simplemente con un saco donde trasportar las pocas pertenencias que tenían. Se nos olvida que muchos de nuestros antepasados también tuvieron que vivir de la caridad de los países de acogida. Países como Francia, Alemania, Suiza y algunos países Latinos entre otros, les dieron la oportunidad de vivir mas dignamente.

Si muchas personas que ignoran todo esto vivieran la misma experiencia de estos inmigrantes, se curarían de ese sentimiento intolerante y racista, porque su patología es la ignorancia, el desconocimiento de los países del mundo, sus procesos socio-culturales y políticos, y el de las emociones y sufrimiento humano.

Estas patologías se pueden curar, viajando, documentándose mejor, con buenas dosis de información y sobre todo con el reencuentro y fomento de antiguos valores que se están perdiendo, si aún no se entiende, crucen en patera o cayuco una semana con sus días y noches.

El sentimiento de recelo o marginación suele ser recíproco cuando una de las partes actúa intoleradamente. Según nuestra actitud ante las circunstancias y sentimientos de los demás hará que exista más o menos conflicto social. Hemos de acostumbrarnos a vernos todos iguales porque en el fondo del alma, la mente y biología, lo somos, solo nos diferencian los procesos socio-culturales, políticos, circunstancias históricas y cultura de cada uno/a.

El conflicto racial es algo que entre todos hemos de solucionar y la integración de culturas ha de ser mutua. Cuando un inmigrante se siente bien recibido y respetado y tiene acceso al mismo proceso de desarrollo que tenemos en occidente termina siendo uno/a más de la comunidad y ello nos enriquece a todos/as.

Nos guste o no, en el futuro todos nos vamos a necesitar. Se nos avecinan fenómenos y circunstancias como el calentamiento global, la crisis energética o la sequía y consecuente falta de agua (entre otras cosas) que alterarán la faz de la tierra y los asentamientos y desplazamientos humanos. estamos condenados a entendernos o a fracasar como especie.

Las antiguas comunidades comprendían muy bien valores tales como; solidaridad, tolerancia, aceptación, libertad y respeto porque son los valores que hacen posible la paz y el mantenimiento de nuestra calidad de vida en el planeta tierra.

Esa búsqueda que todos anhelamos y que tanto nos cuesta encontrar, es la búsqueda del amor y la paz interior que solo es posible si empezamos por cada uno de nosotros mirando primero hacia adentro. La solución a nuestros conflictos internos; miedos, recelos, prejuicios, hipocresías, ansiedades, dudas, carencias… están dentro de cada uno de nosotros y si queremos conseguir la paz mundial, tenemos que encontrarla primero en nuestro interior.

Solo el camino de la fe, la libertad y el amor pueden abrir la puerta hacia nuestro interior. La voluntad y la sabiduría nos llevan al conocimiento y a la conciencia de sentirnos vivos y parte de todo lo que nos rodea.
Este es el otro camino a la esperanza.


José Laso Flores

EL CAMINO DE LA ESPERANZA

Este trabajo audiovisual editado integramente por la asociación cultural "La esparteña", el ecomuseo "Alma Serrana" y amigos, es un retrato social y humanitario sobre la situación del inmigrante en nuestro país. Desde la perspectiva de sus protagonistas se intenta transmitir a la sociedad, las circunstancias por las que un día deciden marchar de sus respectivos países de origen, las difíciles y arriesgadas experiencias de la travesía, la dura realidad que encuentran y el trato que reciben en el supuesto, pero falso paraíso del bienestar, sus miedos, esperanzas y la búsqueda de objetivos siempre relacionados con lo que dejan atrás.
En definitiva, es una herramienta más para comprender y trabajar valores como solidaridad, tolerancia, igualdad, libertad y respeto hacia las culturas más desfavorecidas, y como no, un canto a la esperanza de miles y miles de inmigrantes que abandonan a sus seres queridos y su cultura en búsqueda de un futuro mas digno.
Este documental es una iniciativa más del proceso de Universidad Rural "Alma Serrana".
si alguien está interesado en recibir este trabajo, ponerse en contacto,
tlf: 953 128101 o e-mail: almaserrana@tecnosegura.com

EQUIPO DE TRABAJO Y RECURSOS

DIRECCIÓN Y GUIÓN
José Laso
Gisella Jesús

VOZ EN OFF
Gisella Jesús
Olaya
Carlos desastre
ALY

EDICIÓN
Departamento audiovisual CPE de la Universidad Rural “Alma Serrana”.

EQUIPACIÓN INFORMÁTICA
Asociación cultural “La Esparteña” y Ecomuseo “Alma Serrana”.

Este trabajo se ha realizado altruistamente y sin ningún ánimo de lucro, pero si lo hubiera, se destinaría a paliar necesidades de este colectivo y a la adquisición de material que posibilite la continuidad de esta labor humanitaria.

Formato: DVD-COLOR
Duración: 40 min.